En cada paso, la historia romana. Boppard fue uno de los asentamientos romanos más importantes en el Medio Rin. A través de las campañas de conquista de Julio César en Germania, esta región también pasó a formar parte del dominio de Roma. Los celtas ya vivían aquí y le dieron al lugar el nombre antiguo de BAUDOBRIGA. Tras los primeros vestigios de asentamientos romanos al inicio del valle de Mühl, cerca del borde occidental de la localidad, se construyó a mediados del siglo IV una robusta fortaleza llamada BODOBRICA, de la cual se derivó el nombre actual de BOPPARD.

Situado inmediatamente a la orilla del Rin, el castillo de la época romana impresionaba por sus dimensiones. Con 308 × 154 metros, formaba un rectángulo de aproximadamente 4,7 ha. Las murallas tenían un grosor de tres metros en los lados terrestres y de dos metros y medio en la fachada del Rin. Con una altura de nueve metros, la estructura subrayaba su carácter defensivo, especialmente dado que en los lados terrestres 20 torres en forma de herradura protegían adicionalmente el castillo en intervalos regulares de alrededor de 27 metros.

Una vez que las épocas se volvieron demasiado intranquilas para los ocupantes romanos y finalmente abandonaron el Rin, la antigua fortaleza tardía se convirtió en el núcleo de asentamiento de la actual ciudad. Hoy en día, la vida moderna late en las calles y plazas de Boppard, pero las raíces siguen siendo visibles. Los restos de la construcción romana rodean el núcleo actual de la localidad y son las murallas fortificadas romanas mejor conservadas en Alemania.

Puede encontrar la instalación de acceso libre en la Kirchgasse/esquina de la Angertstraße en el centro de Boppard. La visita es posible en cualquier momento.