Mi escultura "Pájaro" nació libremente a partir del pensamiento y la sensación, el respeto por la naturaleza de la piedra y el paisaje. No partí de "algo", no "abstraje". Porque el arte y la naturaleza son dos cosas completamente diferentes. El trabajo generalmente comienza en mí de manera muy tranquila, pero pronto desemboca en un caos general de invenciones. Luego sigue la ardua fase de volver a equilibrar todo y llevarlo a un estado formal de calma, hasta que al final todo parece muy simple. Podríamos decir de manera exagerada: el fracaso es en realidad la fuente del arte.

A mi edad, términos como talento, estilo, consecuencia, experiencia, abstracción, realismo, etc. ya están completamente superados. Solo los teóricos del arte todavía insisten en ello. (Rudi Scheuermann 18.03.1997)