© Friedrich Gier

Testigos de su época y tesoros culturales

Testigos evocadores de un pasado azaroso

Desde romanos hasta príncipes electores, pasando por emperadores, el pasado siempre está presente.

El valle del Rin demuestra una vez más que es una de las regiones culturales más importantes de Europa. El Rin Romántico destaca por su rico patrimonio artístico y cultural.

Aquí se escribió la historia política con letras mayúsculas, y muchos movimientos de la historia del arte han dejado aquí su huella. Los estilos van del románico místico pasando por las filigranas del gótico, el alegre Barroco y el espíritu soñador del siglo XIX. Incluso la época moderna ha dejado un legado digno de mención.
Hasta el pasado reciente, el Rin siempre ha sido un peón, una frontera y un cuello de botella para guerreros, comerciantes, reyes y líderes religiosos. La Edad Media es una de las época más floreciente del valle del Rin. Bacharach y Oberwesel, con sus imponentes murallas, torres e iglesias y sus más de 60 castillos y palacios, son testigos de una época en la que los príncipes elegían a los reyes y los cruzados viajaban a Tierra Santa. Para los mercaderes y comerciantes el Rin era una ruta igualmente importante, aunque a menudo cara, ya que muchos castillos aduaneros y estaciones de peaje exigían un tributo por pasar.
La mayoría de los orgullosos castillos y fortalezas del valle del Rin no cayeron hasta el siglo XVII frente a las tropas del Rey Sol de Francia. Fueron quemados y reducidos a ruinas, y en el siglo XIX constituyeron una atracción central en naturaleza soñadora del romanticismo del Rin. Para muchos viajeros, los ríos salvajes, las rocas escarpadas y las ruinas de castillos que parecían nidos de águila constituían un paisaje primitivo y romántico.