Las bodegas Wegeler son una empresa familiar y fueron fundadas en 1882. Hoy en día, la operación es gestionada en cuarta generación por la familia Wegeler, junto con Ralf Frenzel como portavoz de las familias propietarias, bajo la dirección del gerente Richard Grosche.

Las bodegas Wegeler consisten en tres sucursales de bodegas en el Rin y el Mosela, fundadas por la pasión compartida por el Riesling. Una pequeña pero selecta proporción de Pinot Noir completa nuestra empresa desde la compra de la bodega Krone Assmannshausen.

Julius Wegeler fue inicialmente comerciante de vino y productor de champán en la casa Deinhard, antes de establecerse también como viticultor. La decisión de producir vino debe, por tanto, considerarse desde la perspectiva del comerciante y vendedor, basada en las prácticas comerciales de la época: La calidad de un vino estaba inextricablemente ligada a su madurez, además de su origen. El vino joven, en el sentido actual, generalmente pasaba al menos dos inviernos sobre las lías, y se solían retener los años excepcionales durante mucho más tiempo. En este contexto, Wegeler necesitaba, por lo tanto, no solo capital, sino también visión de futuro, espacio de almacenamiento climatizado y, lo más valioso de todo: tiempo.

Con la creación de las administraciones de bodegas, Wegeler estableció las bases de la operación actual con sede en Oestrich-Winkel. Con una mirada atenta hacia el futuro, compró las mejores parcelas en el Rheingau y el Mosela, para hacerse independiente de sus proveedores como comerciante de vino y productor de champán. Con la selección de estas parcelas de primera clase, Julius Wegeler creó el fundamento de nuestra operación actual: una bodega con un portafolio de parcelas sin precedentes, compuesto mayoritariamente por grandes y primeras parcelas. Así, las bodegas Wegeler cuentan con condiciones únicas para producir vinos de clase mundial que perduren, tanto entonces como hoy.