Sobre las esculturas de Werner Bitzigeio

El artista Werner Bitzigeio utiliza alambre de hierro fabricado industrialmente como medio de expresión artística, el cual no entiende como un material de construcción funcional, sino como un material independiente con un alto potencial creativo. Sus obras en alambre no describen un espacio a través de la masa, sino que lo hacen visible a través de la descripción; generan lo que se llama “espacio negativo”.

Sus obras están compuestas por estructuras de alambre cuidadosamente enrolladas, que generalmente se construyen alrededor de un núcleo prefabricado con geometría irregular. A pesar del pesado material, los objetos parecen ligeros, dinámicos y abiertos. A menudo desarrollan un lenguaje de formas orgánicas y son “un movimiento que cambia constantemente y que describe el espacio de manera lúdica”.
Las obras de Bitzigeio se inscriben en un contexto histórico del arte junto a pioneros del arte en alambre como Alexander Calder y Pablo Picasso. Al igual que ellos, extiende el concepto de escultura al aspecto de la conquista del espacio. Sus obras se caracterizan por la transparencia, la ligereza y la apertura espacial, desafiando las nociones tradicionales de peso, estaticidad y materialidad.

Un tema central es la relación entre cuerpo y espacio. En los llamados “cubos de alambre” o “construcciones zen-espaciales”, Bitzigeio aborda la superación de la gravedad y crea estructuras transparentes que generan una atmósfera de silencio y profunda meditación.

Las formas orgánicas, el juego con la densidad y la apertura, así como la sensible transformación del material de alambre, conducen a una declaración artística sobre el ritmo de la transformación y la desaparición. De este modo, las obras poseen una dimensión fuerte y profundamente humana, que conecta poéticamente espacio, tiempo y material.