La viticultura es para nosotros la simbiosis de la naturaleza, la ciencia y la artesanía. Por eso cuidamos y mantenemos esta tradición de manera natural, consciente de la calidad y sostenible. Pero también queremos dar nuevos impulsos, por lo que estamos reestableciendo antiguas variedades de uvas y valoramos la educación vinícola contemporánea y respetuosa con el medio ambiente.

Si las vides están bien, nosotros estamos bien. La valoración y la atención en el manejo de nuestros viñedos son pilares de la operación. Por eso nos hemos comprometido al trabajo manual. Con una restricción de rendimiento específica y un cuidado suave de las vides de hasta 45 años, aseguramos la calidad de primera clase de nuestras uvas. En las nuevas plantaciones, la siembra de hierbas silvestres, flores y pastos crea nuevos hábitats para abejas, abejorros y otros insectos. Esto mantiene alejados a algunos bichos de las vides y minimiza así el uso de medios de fortalecimiento de plantas.

Por lo tanto, entendemos la bodega Meine Freiheit como un homenaje a la importancia del vino, nuestra historia y cultura - de la mano con la naturaleza. Es hermoso ver cómo las ideas ahora están dando frutos y nuestro trabajo alegra a una clientela fiel y en constante crecimiento.