Willi Jonas, el padre de los dos hermanos, moldeó mucho este puesto de vino durante su vida. Cuando uno ayudaba, a menudo se le recibía de manera amistosa, pero también con la frase "¿No está tu padre aquí?". Y eso no era una ofensa hacia la nueva generación, sino más bien un cumplido al padre, quien ya había sido aclamado por los clientes y que lo revolucionó a su manera. Un original, así es.

Había una vez una idea espontánea
… que llevó a nuestros padres Willi y Silvia Jonas en 1996 a abrir un pequeño puesto de vino en nuestra finca. Originalmente, debería ser solo un intento corto: unas mesas, unas botellas de vino y buenas conversaciones entre amigos. Pero no pasó mucho tiempo antes de que esto se convirtiera en algo mucho más grande. Cada vez más huéspedes venían a disfrutar del vino del Rheingau en un ambiente acogedor y a escuchar las historias de la vida cotidiana del vinicultor.

Lo que comenzó como una idea espontánea se convirtió en una parte integral de nuestra bodega. Con cada temporada, el pequeño puesto de vino creció y se convirtió en un lugar popular de encuentro para gourmets, excursionistas y clientes habituales por igual. Nuestro padre no solo compartió aquí sus vinos favoritos, sino también su contagiosa alegría de vivir. Precisamente esta cálida hospitalidad caracteriza el puesto de vino hasta hoy: un lugar donde la espontaneidad y la sociabilidad se encuentran con vinos selectos, transformando un "Érase una vez" en una historia de éxito continua.