El castillo de Arenfels debe su aspecto actual a un destacado maestro de obras: Ernst Friedrich Zwirner fue alumno de Karl Friedrich Schinkel. El conde Friedrich Ludolf von Westerholt-Gysenberg encargó a Zwirner, a quien se había encomendado la terminación de la catedral de Colonia, la modernización del castillo entre 1849 y 1858. Unos 300 años antes de la reconstrucción neogótica ya se habían realizado amplios cambios: En lugar del castillo de Arenfels, del siglo XIII, se construyó en la segunda mitad del siglo XVI el nuevo castillo renacentista de tres alas. A Friedrich Ludolf le hubiera gustado conservar el estilo del complejo en el siglo XIX, pero el maestro de obras de la catedral Zwirner se impuso con su nuevo lenguaje formal. Durante las batallas por el puente de Remagen en la Segunda Guerra Mundial, el tejido del edificio sufrió daños considerables. La mayor parte de los daños de guerra han sido reparados en la actualidad. Los bellos interiores del castillo han sido restaurados, y la imponente escalera de hierro fundido de la herrería Sayner es especialmente digna de ver.
El castillo de Arenfels, con su ubicación en medio de los viñedos, es un lugar romántico para bodas, celebraciones familiares y eventos corporativos. A lo largo del año se organizan diversos actos (conciertos, catas de vino, cenas de caballeros, mercado navideño, etc.), así como diversas visitas temáticas. El castillo alberga acogedoras habitaciones de hotel, el Genusskontor (vinoteca y tienda de delicatessen) y un jardín vinícola de autoservicio. Situado directamente en el Rheinsteig, es también un destino popular para los excursionistas.